Once contra doce, minoría con desastre

Ayer sucedió uno de los partidos más desastrosos que asumió el Real Valladolid en mucho tiempo. Cuarto partido consecutivo en el que se obtiene la derrota que le clasifica 15º, a la espera de los equipos que faltan por jugar como el Girona o el C.D Numancia. En esta ocasión fue una combinación de tres factores para perder cualquier punto que podía obtenerse.


La primera parte fue constituida por varias ocasiones del Pucela, su juego se basaba en jugar al fútbol mediante toques seguros que impidieran perder la pelota y poco a poco avanzar la posición. Al revés, el Huesca se definía por mostrarse con rapidez y agilidad, lo cual solía impedir la actuación rápida de la defensa blanquivioleta, y sus jugadas acababan rápidamente ya fuera por tirar a portería (varias veces pero sin actuación de Becerra) o por pérdida de posesión.

Ya en la segunda parte al principio se marcó el único gol para los locales, conseguido por De Tomás y parecido al que se realizó frente al Girona.

Sin embargo, al cuarto de hora de pasar el 1-0, el Huesca consiguió el empate en el marcador mediante un remate de cabeza y un gran fallo defensivo. La defensa ante ese gol estaba formada por tres jugadores y el portero que no vieron llegar al goleador. En dicho momento Becerra no se movió para alcanzar el balón cercano y ningún defensor saltó para evitar el remate.

Durante el partido, el árbitro Prieto Iglesias señaló un absurdo penalty cometido por Guitián en el que, mientras el jugador del Huesca recibía un balón que volvía a pasar, hubo un agarramiento entre ambos que le podía dificultar simplemente darse la vuelta para el remate sin haberse caído. La historia futbolera no concedía la pena máxima cuando se agarraban ambos jugadores en cualquier parte del campo, simplemente concedían el penalty cuando se cometía falta (no siendo el caso).

Tras conseguir la remontada por el Huesca, los visitantes se dedicaron durante el resto del partido a simular lesiones y caminar hacia balones lejanos para perder el tiempo. El árbitro en vez de sancionarles por ello, se limitó a silenciar la protesta del Pucela. Entre sus acciones expulsó a Mata desde el banquillo por expresar "¡espabila!" al linier y sacó tarjeta amarilla a Becerra, tras haberle preguntado "¿por qué añade sólo 3 minutos?".

Finalmente se mantuvo la mala racha con esta derrota, Paco Herrera afirma posible la aparición de su despido aunque se dedicará de momento a trabajar el fútbol, y la próxima jornada se jugará en Valencia contra el Levante que es líder. Es un tiempo difícil, pero en algún momento mejorará y devolverá la esperanza.

1 comentario: Leave Your Comments

  1. Seguro que mejoraremos y no sé si subiremos o no a primera, pero estaremos arriba. El año del récord con Mendilibar también empezamos perdiendo algunos partidos. Dejemos a Paco que de con la tecla
    Saludos

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