El partido empezaba con un Real Madrid muy metido en el partido, dominio de balón y con muchas ocasiones, en el minuto 3 Gareth Bale mandaba un disparo desde fuera del área al mismo palo de la portería que defendía Juan Carlos. Poco más pudimos ver, el Real Madrid decidió irse a echar la siesta y el Rayo decidió ir a por el partido. Así fue como al cuarto de hora el conjunto rayista se marchaba 2-0 en el marcador con goles de Adrián Embarba y Miku, dos goles en los que la defensa madridista estuvo muy desacertada, y de no ser por un gran Keylor y los fallos del Rayo podía haber sido más abultado. Zidane pedía cabeza y calma a sus jugadores, Modric se echaba las manos a la cabeza sentado en el banquillo. El Real Madrid no pasaba por su mejores momentos. Las ocasiones viajaban de una portería a otra con peligro, un corner colgado por Kroos en el 35 era rematado por Bale para poner el 2-1. El Madrid se metía de nuevo en el partido pero llegaba otro problema, minuto 42 Benzema se marcha tocado y entra en su lugar Lucas Vázquez. Nos iriamos al descanso con este resultado.
En la segunda parte el Madrid sabía que se estaba jugando poder seguir vivo en liga, pronto llegaría la respuesta blanca que en el minuto 52 empataba el encuentro gracias a otro remate certero de cabeza de Lucas Vázquez. Jesé, Bale y el propio Lucas comenzaban a asediar la portería de Juan Carlos, el Rayo por su parte intentaba dar algún que otro susto al Madrid. Con la entrada de Luka Modric el Madrid encontró ideas y profundidad para dar por sentada la remontada. En un fallo de Embarba, que regala el balón a Bale, el galés encara la portería rayista y la perfora culminando la remontada blanca.
El Madrid logró el objetivo de ganar una final más por la liga y ahora piensa en el encuentro de Champions contra el Manchester City.
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