Domingo de resurrección

Eso es lo que fue, pero no la del Pucela sino la del Mirandés.

Los de Portugal salieron como debían, valientes y a por todas, pero pronto se vio que las cosas no salían como querían.

Aunque en los primeros minutos Roger y Villar pudieron haber estrenado el marcador fueron los burgaleses quienes se pusieron por delante. Galán abrió el electrónico a los 25 minutos de partido en un rechace en el área tras un centro largo. Provencio en el 35' dejó casi sellado el partido con un buen cabezazo quitando muchas de las esperanzas blanquivioletas por remontar.

Ya en la segunda mitad, un mazazo desde fuera del área sentenció lo que se veía de lejos como una tarde fatídica.

Sólo en el descuento, con un contundente 4-0 para los locales, Guzman aprovechó un penalty sobre Mojica para marcar "el del honor" y amenizar un poco el viaje de vuelta para los centenares de vallisoletanos desplazados.

Los resultados favorecían, pero de nuevo se falló cuando no se debía. Ganar ante los grandes y perder en casa de los modestos, algo que nunca ha plasmado un futuro de Primera. No obstante, la igualdad de este año sigue dejando esperanzas. 13º en la clasificación, pero a 3 puntos del play-off y sólo con el "Goal Average" perdido ante el Mirandés.

Hasta el final, ¡¡vamos, Real!!