Como en casa, en ningún sitio



En principio, tras varias declaraciones blanquivioletas durante la semana se pensaba que había mucha energía, muchas ganas de volver a la victoria luchando fuera de casa ante un equipo en descenso y demostrando que con intensidad es difícil fallar. Pero no fue así, permitiendo el dominio local durante toda la primera parte y sin la capacidad defensiva consiguió el Numancia abrir el marcador en el 11’.

El primer gol rojillo lo fue  de Pablo Valcarce en la primera parte de manera individual, rodeando la mitad del área grande tras recibir el balón de un saque de banda hasta realizar el disparo sin ningún defensa impidiendo la jugada.
Disputan del esférico

Hasta el descanso, el Pucela se basó en pases largos y realizar centros en varias faltas para conseguir peligrar probando la puntería. La mejor ocasión la produjo un centro de Álex López cuyo despeje defensivo casi acaba metiéndose en la portería pero el portero lo evitó. También otro centro mediante un libre directo acabó en un remate de cabeza en el que, además de pararse con el pie del guardameta, se indicó fuera de juego.

Ya en la segunda mitad, el Real Valladolid se fortaleció y combinó ágilmente consiguiendo en el 60’ empatar el marcador mediante De Tomás. En una jugada tras combinarse varias veces en el medio-campo, se pasó el esférico a Balbi en la banda izquierda hasta llegar al área grande donde asistió al goleador que, tras realizar un regate al defensa que tenía, disparó ajustado al palo con la impotencia del portero.

Además de conseguir la igualada y defender correctamente los contraataques sorianos, el equipo consiguió realizar una magnífica jugada mediante paredes y rapidez desde el campo visitante hasta el área. Tras recibirla Mata cercano a la portería, a pesar de estar De Tomás libre para un disparo seguro, decidió rematar ante un defensa y el portero, cuya parada evitó que entrara en portería y acabó dando al larguero.

Al final en el descuento, un desastroso despeje de André Leao y la escasa acción defensiva permitieron a Manu del Moral conseguir el esférico y batir a Becerra.

El Real Valladolid, desanimado tras estas dos jornadas
La segunda derrota consecutiva le sitúa 14º igualado en puntos con el Córdoba y Mirandés (15º y 16º respectivamente). Respecto a la distancia con el “play-off” esta vez son cuatro puntos, aunque hay confianza de que la próxima jornada en el José Zorrilla se consiga de nuevo una victoria que le sitúe más cerca de la promoción.

Tras haber demostrado en la racha de cinco partidos sin perder la calidad que poseen, estos dos últimos partidos de visitantes han sido un golpe duro para la afición. Hasta ahora, alternar cada cierto tiempo cercanía al ascenso con otras veces la desesperación por verles una gran bajada dejan dudas sobre el futuro. No hay que descartar la posibilidad de ascender hasta que lo digan las matemáticas, pero haber tenido tanta mala suerte y varios partidos indignados no se arregla con una victoria, sino con una gran racha parecida a la de Djukic o Mendilibar.

Todo es posible, pero lo conseguirán cuando el modo de juego tan intenso y  combinativo se realice no sólo en casa, sino en los viajes.

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