Una de cal y otra de arena


Este puede ser el resumen del Oviedo en el último mes, uno de los más convulsos de los últimos tiempos. La nave marchaba a toda máquina. El equipo era tercero, la comunión existente entre afición, cuerpo técnico y plantilla era plena. También acompañaban los resultados, 12 partidos consecutivos sin perder, a muy poco de su propio récord en Segunda.

Pero de repente, ese barco que navegaba en línea recta hacia el ascenso viró su rumbo. Dos derrotas consecutivas y la marcha de Egea fueron los detonantes para que todo explotara por los aires. En ese momento se apreciaron grietas en el casco del buque, y es que gran parte de la afición no entendió la marcha del técnico argentino. El mensaje de Periscope de Arturo Elías en el que alegaba discrepancias entre la plantilla y el cuerpo técnico, fue el combustible que alimentó la mecha encendida por algunos jugadores en el entrenamiento previo a la dimisión de Sergio Egea.

Por primera vez desde el desembarco del Grupo Carso el clima no era de alegría. Desde el graderío se buscaban responsables en todas direcciones y un confuso comunicado de los capitanes ratificado el resto de la plantilla no sirvió para apaciguar los ánimos. Comenzó entonces una lluvia de nombres de entrenadores destinada a averiguar quién sería el nuevo inquilino del banquillo del Tartiere. Sonaron Caparrós, Garrido, Paulo Bento, pero finalmente fue Generelo, ex jugador del Oviedo hasta hace apenas 5 meses, el que sucedió a Egea. Un entrenador novato, que no había estado nunca al frente de un buque de estas dimensiones.

La guerra tenía varios frentes abiertos, el primero en el banquillo, pero el segundo y más preocupante en los jugadores. Fueron críticos con el sistema de Egea por no estar suficientemente modernizado. Cierto es, que este “sistema atrasado” había estabilizado al Oviedo en la zona alta de la tabla, manteniendo al equipo azul en tercera posición varias jornadas.

Fijado el foco en los jugadores llegó el partido de Santo Domingo. Era la primera prueba de fuego y el revólver se atascó. No salió absolutamente nada, el equipo dio la peor imagen de toda la temporada. El resultado fue 1-0 para el Alcorcón pero no hubiera sido injusta la goleada. En este momento la crispación en el graderío fue máxima y por primera vez en la temporada afloró la desilusión. Se vio a un Oviedo sin carácter, sin sangre, prácticamente K.O. desde el inicio del partido.

Era el momento de cambiar de chip, entre otras razones porque se vislumbraba en el horizonte un partido especial para el oviedismo, no por el rival (Ponferradina), sino por la fecha, 26 de marzo de 2016, 90 años de la fundación del club. Ambiente festivo iniciado al mediodía en el aparcamiento del estadio, dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva. El partido salió mejor de lo esperado, los carbayones dieron la mejor imagen de la temporada. Un equipo que combinaba con velocidad, dinámico, al que le salía todo lo que intentaba. Toché en dos ocasiones y D. Fernández pusieron el broche a una jornada para el recuerdo.



La ilusión había vuelto al oviedismo y veían el siguiente partido con esperanza. Se visitaba un escenario mítico, San Mamés, además era un rival fácil a priori, colistas en la tabla, y sabiendo ya que el año que viene jugarán en otra categoría. Pero se volvió a vivir la situación de Santo Domingo, un Oviedo irreconocible que aunque se adelantara en el marcador no supo leer el partido y vio como los “minileones”  con dos zarpazos voltearon la situación. Lo más preocupante es que no se apreció la garra que se observaba antaño cuando el marcador era desfavorable.


Tras este nuevo batacazo, el conjunto azul tiene que levantarse, ya que la clasificación de Segunda te permite un fallo, pero no dos si quieres entrar en puestos de ascenso directo. En la jornada 33 visita el Carlos Tartiere el Numancia, el domingo a las 17 h. Cuarto contra decimoquinto, solamente separados en la tabla por siete puntos. Prueba de lo apretada que esta la clasificación por arriba es que entre el cuarto y el noveno solo hay cuatro puntos de diferencia.

Los locales arrastran una trayectoria negativa en las últimas cinco jornadas con una victoria y cuatro derrotas, y los visitantes un racha irregular con dos derrotas, dos empates y una victoria. En la primera vuelta vencieron los numantinos por 1-0, en un partido que se decidió a última hora por un error defensivo.

Respecto al capítulo de bajas, no podrá jugar por el estar en la enfermería azul Borja Gómez y tampoco podrá ser de la partida Héctor Verdés por cumplir ciclo de amonestaciones. Por tanto dos bajas en el centro de la zaga que Generelo podrá suplir o bien retrasando a Vila, o bien utilizando a Josete en esa demarcación. El ilicitano es el único jugador que aún no ha debutado con la elástica azul, pero recordemos que ha sido fichado en la ventana invernal proveniente del Cádiz.
El equipo dirigido por Joseba Arrasate no podrá contar con Julio Álvarez sancionado ni con Íñigo Pérez y Valcarce lesionados. Dirigirá el choque el colegiado perteneciente al comité andaluz Munuera Montero. Esta temporada ha arbitrado un partido a cada conjunto, el Elche 1-1 Real Oviedo y el Numancia 2-0 Mallorca.



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