Un empate es un premio compartido, pero un punto no siempre sabe igual para ambas partes. Y a estas alturas de temporada, para uno puede suponer oro y para el otro un castigo.
Es el caso del Sporting, que se fue con la mala sensación. Por un lado, no sale de los puestos de descenso. Por otro, tuvo un par de oportunidades para haberse llevado la victoria.
Y Halilovic fue parte determinante en ambas, ya con 1-1. El croata ha perdido la jerarquía que le hacía ser titular, pero su calidad no la ha perdido. Ya con 1-1 se inventó un pase mágico para dejar a Sanabria mano a mano con Javi Varas, pero el paraguayo mandó el balón fuera por poco. Después, dirigió un disparo (un poco tímido) a la escuadra, pero el meta local impidió el gol con un paradón.
Para Las Palmas, el empate es casi conseguir la permanencia, aunque sin dejar a su afición el buen sabor de boca de partidos anteriores. Y eso que el choque comenzó de forma inmejorable. A los tres minutos, Bigas ya había puesto el 1-0 al cabecear una falta.
Al Sporting le costó cortar ese buen inicio de su rival y amenazó en un par de acciones, la más destacada una volea que Jony mandó alta con todo a su favor. Mediada esa primera mitad, Las Palmas pudo hacer el 2-0, pero su gol fue anulado por un fuera de juego.
Tras el descanso, el partido cambió de cara. Esta vez fueron los rojiblancos los que marcaron nada más comenzar, por medio de Jony, que superó a Lemos en el uno contra uno y batió por raso a Varas. El Sporting se quitó los complejos e hizo valer su mayor necesidad, por lo que se tuvo que conformar con ese empate con sabor amargo.
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